La nueva situación que hemos vivido nos ha obligado a cambiar muchas rutinas, momentos,situaciones...Adaptarnos a las nuevas circunstancias se convirtió en una manera de aprender a valorar intensamente ciertas cosas que antes vivíamos sin más y a crear otras que nos enseñan a compensar lo que nos iba surgiendo por el camino. En mi aula, una de estas necesidades era el gestionar conflictos que se daban durante el patio o en clase, intentando involucrar al grupo para reforzar ciertas conductas y minimizar otras. Para ello fuimos creando ROLES que trabajaran la EMPATÍA, el ALTRUISMO, la RESILIENCIA , la COOPERACIÓN, el COMPAÑERISMO... Así teníamos nuestros Coordinadores COVID , encargados de hacer cumplir las normas y mantener al virus alejado de nuestra burbuja mágica, los Coordinadores de Emociones, más necesarios que nunca, que se encargaban de propiciar herramientas y estrategias para gestionar situaciones “conflictivas “en el día a día y creamos a nuestros "ABOGAD@S DEFENSORES", quienes se encargaban de mediar entre los compis que habían alterado de alguna manera el orden de la clase, recopilar información hablando y escuchando a sus defendidos e intentar ante el profe y mediante grandes dosis de empatía conseguir que rebajara o anulara la consecuencia razonando el porqué.. Ha sido una manera muy efectiva de que intentaran pensar y ponerse en el lugar del otro para entenderles y posteriormente razonar si eran susceptibles o no de evitar la consecuencia derivada de su acción ante el profe negociando con sus “clientes “ previamente.. A veces, las sillas BOCA-OREJA son un recurso fundamental para aprender a escuchar y a hablar y recurrir a un MEDIADOR@ que ponga orden también...