Ya es mucho el tiempo que llevo dentro de un aula, ya son muchos momentos vividos, muchas experiencias que te van marcando en forma de miradas, palabras o gestos cuando se acercan estos días donde poner una nota se vuelve la manera irracional de etiquetar a un niñ@, su trabajo o su esfuerzo día a día obviando cuántos muros tuvo que derribar durante el proceso, cuántas olas surfear para mantener el equilibrio que le pedíamos o cuántas dificultades vencer para que los que le rodeaban estuvieran satisfechos ...
Sé que es un día de muchos nervios para los niños y las familias. Debemos recordar siempre el esfuerzo y entrega de nuestros pequeñ@s como medida de valoración. Dándolo todo, el resultado será el final del libro, pero nos quedaremos siempre con el recorrido. A partir de ahí, nos dará siempre más un “sigamos esforzándonos y mejorando” o un “para el próximo trimestre aún lo haremos mejor” que un “no lo conseguiste”
Ahora llega el momento de valorar si tus pequeños han conseguido alcanzar las expectativas que hemos creado para ell@s, como si todos fuesen la misma persona con la misma manera de aprender, las mismas necesidades… si han superado lo que se esperaba, aún están en proceso o en el peor de los casos se han quedado en el viaje…Y dependiendo de esta valoración tan injusta, se les clasifica en parámetros de “los más listos” y “los menos listos”, consiguiendo que estos últimos crean que saben aún menos de lo que saben en realidad, sin atender a que quizás todo cambie y se dé la vuelta en un futuro no tan lejano… Obtener buenas o malas calificaciones no define nuestra inteligencia, y mucho menos tiene que quitar a vuestros hij@s la confianza en sí mism@s.
Respetar sus ritmos, alentar sus talentos, entender que se puede aprender de distintas maneras, valorando su manera de hacerlo y sin cuestionar que sea la que yo hubiese querido que fuera, son ahora mis prioridades como maestro, humanizar este proceso y dotarlo de corazón y emoción a pesar de que nos obliguen a poner un triste número en el boletín de notas. Además, cada niñ@ puede tener un ritmo de aprendizaje diferente, no se trata de una carrera por llegar antes o después, se trata de llegar a nuestras metas. Ayudemos a que mantengan vivos sus sueños y la confianza para mostrar sus talentos. Quizás tengamos a un genio matemático que le cueste crear historias en clase de lengua, un genio de la pintura a quien le cuestan las actividades físicas, un premio Nobel de Literatura a quien le cuestan los idiomas…
Hacerles ver que para su maestro ell@s nunca serán un número, ni su esfuerzo, sus ganas y su resilencia algo cuantificable es mi meta… Aprendí a ver allí donde otros no ven y a introducir en el día a día del aula la MAGIA que otorga el SUPER PODER de la MIRADA INCONDICIONAL, aquella que un maestr@ dirige a un niñ@ y le infiere capacidades y superpoderes para seguir creciendo y aprendiendo y que le convierten en lo que ya era: ÚNICO y ESPECIAL…Pero ahora, ¡¡ con la confianza de saber, que su maestro, su referente, CREE en ÉL y en sus posibilidades infinitas!!
Con el boletín oficial irán mis EMOTINOTAS, esas notas que en su día Ramon Rodriguez Galan hizo virales y que dan cabida en el sistema a otra manera de enseñar, que va de corazón a corazón y donde tod@s mis alumnos tendrán unas calificaciones excepcionales en aquellos aspectos tan importantes o más como los que se evalúan pero que nunca aparecen ni son valorados …Y este trimestre somos nosotros los que hemos decidido ser quienes preparemos nuestras #notasvitales en forma de video de agradecimiento por todo lo que hemos recibido que hemos mandado a las familias y con el que nos comprometemos a después de las fiestas seguir mejorando y dando lo mejor de nosotros mismos , es parte de nuestro proyecto de la EDUCACIÓN VITAL #educacionvital de nuestro gran Miguel Mederos…
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